DIVIDE Y VENCERÁS
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El asunto no es nuevo y, es más, creo se remonta a una antigüedad muy lejana, aunque eso nunca se sabe. El caso es que yo supe de un jefe de empresa que, en el momento en el que veía a dos de sus subordinados hablar entre ellos fuera del despacho, más de dos veces seguidas, los llamaba por separado a su despacho y le decía, a cada uno, lo que el otro "iba" diciendo de el: había sembrado el recelo. En otras ocasiones escondía papeles, para luego, como era lógico, encontrarlos y exclamar "que el tenía que solucionarlo todo.
Traigo esto a colación porque el modo de actuar de El Marianico es, si no igual, muy similar al de aquel jefe: el lo sabe todo y el lo calla todo; el es la solución y los demás meros comparsas. Hay que dejar que las cosas se pudran y, aunque huelan mal, hasta resultar insoportable, ya lo solucionará el tiempo o ya lo solucionaré yo, si se, cuando baje de mi pedestal, que para eso soy el Jefe.
Y mientras tanto, ahí tenemos a sus peones, a solas con el toro de la corrupción, lidiando como pueden y diciendo incoherencias por doquier. La Cospedal, como un Cantinflas redivivo, tratando de explicar lo que siendo un despido, no es un despido, porque es un acuerdo que tampoco es tal. La Sorayita, tan mona y tan lista ella, esquivando las preguntas, escurridiza como una anguila: Otros portavoces, cada uno por su lado y el ínclito González Pons soltando mierda, en forma de insultos, cada vez que le ponen un micrófono por delante...aunque es cierto que por mucha mierda que suelte, nunca llegara a "sacar" toda la que se acumula dentro de la sede.
Y mientras El Marianico en su nube, apoyado en su mayoría absoluta que, lamentablemente, la tiene e importándole el ridículo de sus gentes o la ruina de la ciudadanía tres auténticos "pitos". La ciudadanía se la pasa por los "cataplines" y su gente, que se aguante, el es dios y ellos no llegan ni a ser sus profetas. Por cierto que El Marianico me recuerda, también, a otro jefe de los años treinta, que siempre tenía en la boca, basándose en sus votos, el celebre "Estos son mis poderes" y que tan nefasto fue en la política de aquellos tiempos.
Todo el mundo en el PP está oliendo la podredumbre que anida en su interior, pero ninguno de ellos exige soluciones. Divididos por el jefe, la solución o vendrá por el jefe, o todos nos hundiremos.
¡Ah! Y que conste que no pretendo criticar, digo nada más.
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