Lunes 14 Enero 2013.
Como en el de los panes y los peces, en el que es posible que hubiera un mucho de imaginación colectiva y muy pocos panes o peces, el Milagro del Marianico tiene mucho de espejismo común y poca "miga" en su trasfondo.
Veamos: que se sepa no ha ganado nada en política, si exceptuamos su victoria en las últimas elecciones generales, que fueron un mal sueño común y pare usted de contar. Apareció, como apareciera otro gallego, de no muy grato recuerdo y ya no hubo quien lo moviera, como al otro.
Siempre a impulsos de algún dedo, llegó a Vice Presidente del Gobierno Aznar; se hizo conocer de todos los españoles, sobre todo de sus paisanos gallegos, "jugando" con plastilina, cuando todo el mundo se encenagaba en "chapapote". Como Ministro de Interior lo hizo tan bien, que más tarde cuando otros hicieron lo mismo, el fue el primero en desacreditarlo.
También a impulsos de un dedo fue nombrado Presidente de su Partido, perdió dos elecciones, pero siguió impertérrito, pegado a su regalía y manejando el ventilador, eso si, aireó toda clase de mentiras contra quien por dos veces le había derrotado, llamándole asesino o complice de asesinos; minó la credibilidad de quienes nos gobernaban, incluso ante foros comunitarios y arropado siempre por el elenco de tertulianos mediaticios que, en herencia le había dejado su antecesor, se dedicó a no dejar hacer nada, pero tampoco a hacer nada; eso si, dejó que sus Barones se enfangaran hasta las "cachas"de corrupción y juro fidelidad eterna a quien se estaba enriqueciendo en La Comunidad Valenciana, por no hablar de la Balear u otra.
Pues con todos estos "logros" en su haber y otros que quizás se ignoren, se presentó a las últimas elecciones y prometiendo, lo que el mismo sabía no habría de cumplir, ganó con una amplitud que no puede explicarse nada más que como un Milagro o una ceguera colectiva .
Y ahí le tenemos, como a aquel otro gallego, machacando a los humildes y enriqueciendo a los ricos, pero sin que en ningún momento le hayamos visto enfrentarse a un problema serio, ni aquí ni en Europa, estando siempre, como buen representante de su profesión, en "ausencia". Si esto es poco Milagro, que venga dios y lo vea.
Al llegar al monte Sinaí, Moisés lo escaló para hablar con Dios. Pero, pero al ver que tardaba muchos días, su pueblo le pidió a Aarón que les hiciera "dioses que marchen delante de ellos".
ResponderEliminarAarón accedió fundiendo un ídolo con forma de becerro. Los hebreos lo adoraron y le ofrececieron sacrificios a ese dios.
Tras cuarenta días, Moisés baja del monte Sinaí con dos tablas de piedra, en las que estaban escritos los Diez Mandamientos. Pero al ver que los hebreos estaban adorando al becerro de oro, rompió las tablas de la ley (que el propio dios Yahvé había escrito).
Si los que le siguen son borregos...él es el "becerro de oro"