15 ·Enero 2013
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Mire usted por donde ahora, y casi siempre, va a resultar que aquel que más habla, es quien más tiene que callar. Llevamos años escuchando a dirigentes catalanes, llámanse Pujol, Duran u otro cualquiera, diciendo que sus dineros van a parar a Andalucía o Extremadura, por poner unos ejemplos, para pagar las "alegrías" de sus ciudadanos...y resulta que no es así, que sus dineros toman caminos distintos, más hacía el frío, tal vez por aquello de su ¡"conservación"!
No se que harían andaluces o extremeños con los caudales que, presuntamente, les llegan, a modo de maná, desde Cataluña, pero de lo que si estoy seguro es de que no lo acumularan, lejos de indiscretas miradas. Es más, es hasta posible que lo inviertan en vino y en juergas, pero lo invierten; hacen que esos caudales reviertan en otros caudales y que estos, a su vez, deriven a otros y de ese modo los dineros vayan de mano en mano, empobreciendo, quizás, a algunos, "enriqueciendo" a otros y alegrando, definitivamente, a todos.
Son maneras distintas de enfocar la vida y sobre todo son formas de ser diferentes de un País tan rico en matices, como variado en idiosincrasias.
Todo esto, sin olvidar, que también en otras regiones crecen especuladores y hay capitales que del mismo modo toman el camino del "frío". Por qué será que a cierta gente le gusta acumular dineros en jaulas doradas, en las que si bien están bien guardados, tienen sus alas cortadas, lo que les impide volar, creando más riqueza.
¡Ah! y que conste que no pretendo criticar, digo nada más.
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