FUMAR EN EL INTERIOR

                                             FUMAR EN EL INTERIOR.

Sábado 9 Febrero 2013.

Se cuenta, cuento yo, que un día un enorme Elefante paseaba por un campo que se había preparado expresa mente para el, para que exhibiera su magnifica mole y mostrara las "gracias" que era capaz de hacer; en su caminar, el paquidermo, vio una diminuta hormiga y detuvo su paso, "me quitáis eso de ahí o no sigo" y la hormiguita fue sacrificada.

Viene a cuento esta pequeña introducción porque algo similar está pasando o puede pasar con la instalación de "macrocasino" de Eurovegas, en el pueblo madrileño de Alcorcon. Resulta que para su autorización las autoridades, tanto del Municipio como de la Comunidad, se han saltado todas las normas, como aquel que dice "a la torera". No les ha importado que lo que se vaya a hacer en su interior sea más o menos legal; les ha dado igual que sus Hoteles vayan a ser prostíbulos de lujo, ni que en el devenir diario se infrinjan una o mil  veces las leyes, eso que más da, ¡ah! amigo, ¿pero y el fumar en su interior? .

Pues resulta, según podemos leer en la prensa, que tanto las autoridades locales, como las comunitarias, estudian, ahora, el saltarse, también a la torera, esa menudencia de Ley que Prohíbe fumar en el interior de los locales Públicos...o sea, que no importa ajustar los Impuestos a la exigencias que imponen los Magnates  del Casino, ni importan ninguna de las arbitrariedades que vayan a cometerse, ahora, eso sí ¡hay que quitar la hormiguita", si no el mastodonte no se pone en marcha.

Yo, personalmente, estaba convencido de que después de más de ochenta años de vida, de haber pasado una guerra y una posguerra, un Franquismo y un pos Franquismo, de haber escuchado grandes genialidades junto a grandes tonterías...pensaba, digo, que después de todo eso, no podía ser testigo de semejante idiotez. Toda una maquinaria de poder, que se ha saltado todas las leyes que le han puesto por delante, detenida por un "No fumar en su interior" ¡Y para eso hay que estudiar tanto!

Como quiera que soy refractario al Juego, confieso que nunca he entrado a un Casino, por lo que no puedo juzgar, en directo, la importancia del fumar o no en su interior, pero es evidente que el tabaco y los puros constituyen, también, un incremento más en el negocio.

¡Ah! y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.