ARTUR MAS Y LA PIEDRA "FILOSOFAL".
Pues ahora resulta que Artur Más, no solo se cree el Mesías que ha de guiar a huestes, a través del proceloso Mar de la Independencia, hasta la "Arcadia" prometida, si no que se permite, además, el lujo de inventar un método, según el infalible, para acabar con la corrupción, veamos: Un político imputado es solo un ciudadano investigado por un juez que tiene indicios de que ha cometido un delito y, por tanto, no tiene por qué dimitir...de ahí, me imagino, que esté justificando su propia no dimisión; pero su brillante solución no es esa, es la de que y cita su propio ejemplo, si un Alcalde tiene que sentarse en el banquillo debe dar un paso atrás y pasar a ser solo concejal y si el caso fuera el de un diputado con cargos, pasaría a ser un diputado raso.
Siguiendo con este sistema, que podría denominarse como el estilo yen ka, un paso adelante y otro hacía detrás, nos podíamos encontrar con que, si el ya concejal, antes Alcalde, vuelve delinquir tendría que pasar a ser un ciudadano más, lo que viene a significar "dimisión" que, si se hubiera efectuado al principio, nos habría ahorrado toda una exhibición completa del consabido paso "adelante y atrás". Y no digamos nada del caso del diputado raso...¿qué hacemos con el en el caso de ser imputado? le mandamos a su casa, de la que no tenía que haber salido.
Vamos, que yo me imagino el genial invento del mesiánico Artur Mas aplicado, por ejemplo al Ejercito, con todos mis respetos para la institución, y podríamos ver como todo un señor Coronel, podría pasar por amor del sistema adelante atrás, a ser un simple Cabo furriel...venga señor Más, que son muchos los problemas que tiene Cataluña, muchos de ellos provocados por usted, como para que nos venga a estas alturas con sus inventos de Tebeo.
No se lo aplique, de momento, a usted mismo, pero vaya aplicando el sistema de las dimisiones, que es el más usado en el resto de los países, en su propio partido y en el de sus socios de coalición, que en esas "cestas" hay mucha manzana podrida...y, sobre todo, no se caliente más la cabeza, que bastante calenturienta la tiene usted, y vaya enterándose, de una vez para siempre, de que los corruptos, sean del partido que sean, donde mejor están es en la cárcel o, como aquí los jueces actúan sin prisas, en la calle...todo lo demás es como el clásico "chocolate del loro", dicho que no se de donde viene, pero que aquí encaja perfectamente.
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.
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