DE LA POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS.
Después de un día de "asueto", no voluntario, aquí estoy
de nuevo, para seguir hablando de "nuestras" cosas.
Los que nacimos, como yo, con la República, sufrimos, en cierto modo, las dificultades de su asentamiento, pasamos una guerra y, posteriormente, cuarenta años de una Paz impuesta; los que tuvimos que aceptar los dogmas de obligado cumplimiento y no pudimos leer aquello que nos apetecía...todo o casi todo estaba prohibido; los que tuvimos que soportar todo, como digo, teníamos tales ansias de vivir en libertad, que cuando esta empezó a mostrarse, nos lanzamos como locos a afiliarnos en los Partidos que iban aflorando.
De siempre rebelde, me fui a la Izquierda y de ella elegí al Partido Socialista Popular, que lideraba un "Viejo Profesor", Don Enrique Tierno Galván. Tuve suerte empecé a militar en su sede en Valencia y pronto fui elegido para su Directiva, en la que me hice cargo del Área de Comunicación.
A los pocos meses celebramos nuestro primer Congreso y Tierno Galván se desplazó a presidirlo. Y ahí mi suerte, elegido como acompañante y conductor del "Viejo Profesor", fui durante los días que permaneció en la Ciudad no solo acompañante y conductor, si no que el me elevó a la categoría de amigo. Sus conversaciones conmigo, no solamente eran lecciones de Política, lo eran, también, de humanismo y saber enfocar las cosas de la vida. A su lado estaba cuando le dieron la noticia de la salida del Partido de dos de sus hombres de más confianza y testigo fui del dolor y la frustración que le agobió por un momento. Aprovechó para hablarme del Poder y de como corrompía y como consejo me dejó una frase que siempre he recordado: "No dejes que el Poder te corrompa y sé siempre como eres". Volví a verlo, ya Alcalde de Madrid, con una comisión de Publicitarios y no solo me reconoció, si no que vino a mí y me dio un cordial abrazo. Ni olvidé aquellos días con el, ni su consejo ni su abrazo.
Seguí en el Partido y participé en las primeras elecciones; conseguimos un escaño para Manuel Sánchez Ayuso y yo continúe militando y colaborando hasta las siguientes elecciones, estas Municipales y ahí empezaron unas "luchas" que, en principio, no me gustaron nada; traté de enfrentarme a ellas, hasta que alguien me preguntó si yo pensaba vivir de la Política. Al decir rotundamente que no, me dijo: "Pues entonces mantente al margen y déjanos a los demás". No me decía que dejara el Partido, me decía que dejara de influir en las "tendencias" de la mayoría. No dijo que me fuera, pero yo no quise seguir, consintiendo con mi presencia, lo que no me gustaba en absoluto.
Esta fue mi única experiencia en Política, en la que conocí muy buena gente y en la que pude ver, como sigo viendo, que las palabras del "Viejo Profesor" eran tan certeras como ciertas. El poder corrompe, como, desgraciadamente, vemos cada día y su corrupción ataca por igual a Derechas e Izquierdas, sin obviar tampoco al Centro
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.
recuerdo cuando me contaste ésta historia. Hace relativamente poco vi en valencia una calle dedicada a Tierno Galván y me acordé de ti. Un abrazo.
ResponderEliminarEn efecto, existe esa calle en Valencia. Me alegro que te acuerdes de los cosas que te he contado y, sobre todo, me alegro de que me leas. Un abrazo.
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