lunes, 28 de enero de 2013

MANTENIENDO VIVA LA ESPERANZA.

MANTENIENDO VIVA LA ESPERANZA.

Martes 29 Enero 2013.

No fueron las primeras palabras que oí en mi vida,
pero casi. Recién empezada "aquella" guerra y a las pocas horas de que un, entonces, terrible bombardeo, nos obligara a abandonar nuestra casa y exiliarnos en una Aldea de la comarca, oí decir, "esperar, que cuando acabe la guerra..." y la guerra terminó. Y de nuevo volvimos a preguntar, eramos muchos los hermanos, y de nuevo oí, "esperar, que cuando esto se normalice"
Y así, durante años, en mis oídos volvieron a resonar muchas veces aquellas palabras, "espera, que cuando..." cuando ocurra esto o aquello, o cuando venga esta o aquella persona, o bien, espera que cuando esto termine...y si no cuando se me decía, espera, que cuando seas mayor...bien, pues lo que fuera aquello que tenía que terminar, ya terminó y yo, es evidente, ya soy mayor... ¿y ahora qué?
Ahora no hay nadie que me diga, "espera que..." Y soy yo mismo el que tengo que repetirme y además sin cansarme, que hay que seguir esperando. Seguir esperando, en primer lugar, que la vida me brinde más oportunidades de las que ya me ha brindado; que me deje proyectarme en lo que tengo y soñarme en lo que me sueño 
Seguir esperando que por fin y de una vez por todas, esta España tan mía, como de los que siempre la tienen en la boca, cambie y deje de ser el Cortijo en el que medran unos pocos, mientras que los demás se limitan a sostener las velas.
Seguir esperando, si y manteniendo, además, viva la esperanza, ya que por muy negras que sean las noches, siempre hay luz en el alba.
Llevo muchos años oyéndolo, "espera que..." y no es hora de desfallecer, ya que si desfallecemos quienes estamos acostumbrados a esperar, en que pueden confiar en la vida los que no aprendieron a hacerlo, ¡Esperar!
¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.





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