jueves, 14 de febrero de 2013

LOS PAPAS QUE YO CONOCI.

Jueves 14 Febrero 2013.

                                            LOS PAPAS QUE YO CONOCÍ.

Han sido siete, aunque en realidad, para mí, es como si hubieran sido solo seis. Pío XI, que fue Pontífice hasta el año mil novecientos treinta y nueve, pasó ante mi mente como un perfecto desconocido; nacido en el treinta y uno y con una guerra de por medio, la verdad es que cuando esta acabó y el Papa murió, yo ni había recibido lecciones de catecismo, obligatorio posteriormente, ni tenía idea de que iba aquello. Si recuerdo oír comentar a mi padre y a mi abuela Enriqueta, que eran en casa los únicos que  escuchaban la radio,  que el nuevo Papa era un tal Pacelli que, creían, había estado en España. 
Tomó el nombre de Pío XII y este si, este cobró para mi protagonismo, ya que durante la guerra mundial anduvo en boca de unos y de otros: unos que decían que estaba con los Nazis, mientras que otros aseguraban que durante las noches salía del Vaticano, a rescatar perseguidos, precisamente por el nazismo. La verdad creo que muy pocos la supieron, pero mi impresión es que supo estar en su sitio y que con inteligente "seriedad" supo gobernar la Nave.
Le sucedió en mil novecientos cincuenta y ocho, Juan XXIII, el Papa Roncalli, el Abuelo de todos y que, aparte si supo o no gobernar, doctores tiene la Iglesia, dimanaba bondad en toda su oronda figura. Creo que su muerte fue sentida por todo el Orbe, Cristiano o no. En el año mil novecientos sesenta y tres volvimos a escuchar el "Habemus Papa", la televisión no era muy vista, todavía, pero algunos pudimos contemplar la Fumata Blanca y escuchar la consabida frase de enunciado. Giovanni Montini, Arzobispo de Milán, con el nombre de Pabilo VI, había accedido al Papado y durante los quince años que duró su gobernanza, yo lo juzgué como un hombre muy inteligente y una gran diplomático, aunque sus relaciones con la Iglesia Española no fueron nada buenas; perece ser que no le gustaron mucho "tantos brazos en alto" como vio en una época anterior.
Le sucedió el Papa Breve, Juan Pablo I, Albino Luciani, al que todo el mundo vio como el hombre que habría de reformar la Iglesia en profundidad y dio comienzo a su reinado renunciando a privilegios de los que habían disfrutado los otros. Se llegó hasta decir, comentarios de la calle, que iba a fundir todo el oro del Vaticano y repartirlo entre los pobres. Verdad o gana de de que fuera verdad, el Papa Luciana murió, se dice y se sigue diciendo, envenenado. Le sucedió, se dijo, el Papa que surgió del frío, el Polaco Karol Wojtyla, con el nombre de Juan Pablo II, que viajó más que ningún Papa lo había hecho y que, a pesar de  su cara de boxeador, se ha ganado, según la Iglesia, la santidad.
Le sucedió, como es sabido, en 2005, el dimisionario Benedicto XVI, al que, como a ninguno de los otros,  voy a juzgar; para eso, como he dicho, Doctores tiene la Iglesia y  hay especialistas en la materia. Yo me he limitado a hacer un ligero repaso por los Papas que he conocido y como resumen diré que, de todos ellos, me quedé esperando aquella "revolución" que muchos intuimos en Juan Pablo I, el breve...
¡Ah! Y que conste que no pretendo "pontificar", digo nada más.








2 comentarios:

  1. con Pablo VI transcurrio mi infancia, Juan Pablo I fue el comienzo de un despertar hacia la realidad que envuelve todo este negocio, Juan Pablo II fué un papa con cara de bueno y por lo que dicen buen hombre y benedicto ..que decir? nunca me gustó ¿el próximo? quién sabe, de todas formas con los años y otra perspectiva todo esto me parece como una gran empresa en la que van a elegir a un nuevo presidente, la cuestión, dar beneficios, como en cualquier negocio..demasiado montaje para algo tan sencillo como la fé

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  2. C. De acuerdo con tu comentario, como tú ,pienso en un "negocio" lucrativo para algunos y un "engaña bobos" para otros, pero como he dajado dicho,yo no juzgo, me limito a unas "pinceladas" sobre lo que ví. Gracias y nos seguiremos "viendo".

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