...Y SEGUIMOS CON LA INFANTA.

Sábado 6 Abril 2013.

                                             ...Y SEGUIMOS CON INFANTA.

Pues si, se llama Cristina y es Infanta de España, su padre es el Rey y su marido, dicen, que en un chorizo, del que ella ha podido "morder" algo, eso está muy bien, pero que un periódico, el de más tirada de España, le dedique hasta ocho páginas me parece, la verdad, una exageración. Estamos rodeados, por los cuatro puntos cardinales, de corruptos y corruptores y, tan solo uno, el Bárcenas ha merecido similar tratamiento.

Estoy con todos aquellos que dicen que hay que llegar al fondo de las cosas, pues ¡lleguemos!, que cada uno de los que dicen tener pruebas,  las aporte voluntariamente y si no  lo hace que el Juez, con las armas legales, de las que dispone, le obligue;, pero dejemos ya de marear la perdiz, ya que si no nos puede ocurrir que hasta los presuntos delitos prescriban. Y no es que estemos abocados a ello de un modo inminente, pero al paso que vamos no me extrañaría, en absoluto.

¡Es que de verdad no se pueden agilizar las cosas? ¿O es que las preferimos así de lentas, para que las unas tapen a las otras? Yo la verdad no lo comprendo, alguien me puede decir, por ejemplo, cuantos meses llevamos con el caso Gurtel y todo lo que le rodea, incluido el tesorero actor, que es lo que parece y que me perdonen los actores. Pues hemos sobrepasado el año y todavía no hemos concretado pruebas.

No es  que yo tenga prisa por ver a algunos con el "pijama a rayas", es que quiero coger un periódico y que no siempre hable de lo mismo, de los unos o de los otros, y asomarme a una tertulia, que las hay buenas, y que los temas no sean de la corrupción y los corruptos, ni tampoco el "tú más" con el que se "castigan" los del uno y del otro bando. Sería mejor que, como cundo éramos pequeños, dieran a cada bando unas hondas y un montón de piedras y dirimieran sus cuitas a cantazos.

Pues si, se llama Cristina y es Infanta de España...pero si la tienen que juzgar que la juzguen, pero que deje de ocupar un protagonismo, que ella no quisiera, pero que los medios de comunicación le otorgan, ya que con ello, indudablemente, se perjudica a la Casa Real, pero por encima de todo a España y España, al menos mi España, no está en su mejor momento.

Si alguien quiere tener a una Infanta en mente que escuche la Pavana para Una Infanta, de Ravel, que aunque estuviera dedicada a una Infanta difunta, que no es el caso, es mucho mejor que leer ciertos titulares.

¡Ah! Y que conste que no pretendo aconsejar, digo nada más.