lunes, 8 de abril de 2013

A DONDE SE FUE MI MADRID.

Lunes 8 Abril 2013.

                                       A DONDE SE FUE MI MADRID.


Como ya creo que es sabido, yo no nací en Madrid, nací en la Mancha de la que no reniego, pero en Madrid, viví diez años, en el transcurso de los cuales, sobre todo en los cinco primeros, me anduve y conocí sus calles casi tan bien como ellas me conocieron a mí. Viviendo en pensiones en los barrios de Chamberí, calle Viriato y Salamanca, Hermosilla, Madrid no tuvo secretos tanto para mí como para mis compañeros, que casi todas las noches las recorríamos a fondo, Los castizos serenos de entonces eran nuestros amigos.
Años después mis padres adquirieron una vivienda en la calle de Alcalá, en un portal que coincidía, en línea recta, con la puerta grande de la Plaza de Toros de las Ventas. Desde sus balcones se podían contemplar  con toda comodidad las "salidas" en tardes de triunfo y la explanada que rodeaba la Plaza era amplia y limpia. Un día, casi en el centro de dicha explanada dieron salida a una boca Metro que, lógicamente, afeo las vistas y ayer, que volví a verla, pude contemplar como el mal gusto de cualquier concejal, en lugar de jardines o árboles, ha colocado unas columnas de más de dos metros de altas, coronadas por unas macetas, no se si da plantas naturales o de plástico. Deben de ser de lo segundo, ya que si no habrá que ver los equilibrios, del jardinero regador. Como dijo el Poeta, no quise verlas.
Pero aparte de esto, Madrid se ha hecho irrespirable e inhabitable. En sus calles hay más coches que personas y solamente para que quien no lo conozca se haga una idea, el Sanatorio en el que estuve estaba a más de quince kilómetros de la ciudad y hoy, no es que este dentro, pero está en la orilla, a un tiro de piedra de muchas de sus casas.
Madrid, aparte de asfixiado por una polución galopante, ha visto como en sus orillas le crecían una serie de vías de comunicación, llámense M. 30, M. 40 o M. 50, que son como ríos desbordados, pero que en lugar de vivificante agua, llevan en sus cauces cientos de vehículos desbocados. Conducir por las mismas es de locos y viendo como viven allí es como se comprende que tan pronto como el calendario brinda un Puente, por ligero que este sea, cientos de madrileños enfilan hacía las costas. Salir de allí debe de ser algo parecido a escapar de un terremoto.
Me gustaba Madrid, me hice mayor en Madrid y Madrid me brindó mis primeras oportunidades literarias y de ahí, de mi añoranza de aquel Madrid nació mi Día de hoy, desde mi visión del día de ayer...
¡Ah! y que conste que no pretendo criticar, digo nada más.

6 comentarios:

  1. Es bonito leer otras impresiones, y tener otras imágenes de lugares que conocí hace poco... ¡Gracias!

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    1. Magda, conocí Madrid, el antiguo, el de los Poetas, el de las Cuevas de Luis Candelas y el Arco de Cuchilleros; lo hice acompañado de otros, entre ellos un tal Montesinos, creo que pariente de Lerca, granadino, y, como yo, a la busqueda de un "hueco" y los hicimos sin más compañía que una bota de vino y toda una noche por delante. Recité en cuevas y viví las mejores "cabezas" literarias de entonces. Así que después de eso, imaginate mi desencanto de ayer. Madrid me hizo, pero no creo que haga a muchos, salvo ineptos de Derechas.Gracias a t y, cuando quieras.hablamos de Granada. Un abrazo.

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  2. Enrique, el Madrid que describes es el mismo que yo me pateaba de galería en galería con mi curriculum bajo el brazo y mi cabeza llena de ilusiones, es el Madrid de tantos de nuestras generaciones que acuden a él llenos de esperanza. Los curriculum nunca deberian de ser los que muestren los premios, las medallas, tal o cual reconocimiento... No, los curriculum deben de mostrar las luchas para poder llegar a el lugar mas infimo, las zancadillas, las injusticias por ser mujer de entonces y no tener dercho a nada, tener que renunciar a las becas que te concedían por que tus obligaciones de mujer eran otras muy distintas a las tomar un avion y volar hacia Roma o Paris. Si Enrique si conocí ese Madrid sereno del que tu hablas, y tambien conzoco el de ahora en el que ya no puedes ni respirar, aunque ahora puedas ir sóla y antes no. Gracias por traernos tantos recuerdos y tan bien narrados.

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    1. Ahora puedes ir sola y antes no...pero tal y como lo han dejado ¿Donde vas a ir de lo que en aquello tiempos nos gustaba? Yo lo recorrí muchas veces, algunas con nujeres, y, la verdad, me gustaba más antes. Un abrazo.

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  3. Enrique eres el puto!!! Me encantas a tal extremo de tener la imperiosa necesidad de masturbarme con tus grandilocuentes palabras.
    Tu admiradoras y fieles lectoras del Convento de San Plácido. ;D

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    1. Tampoco será para tanto, pero si mis palabras te llevan a tales extremos, a lo mejor, ¡habrá que patentarme!Gracias por tu ánimo y un abrazo

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